Sindicatos y revolución molecular
Somos un país sin memoria. En las recientes protestas promovidas por el gobierno nacional, intentó repetirse los llamados erróneamente “estallidos sociales” de los años 2020 y 2021. Como he repetido en otras columnas que se trata de un proyecto claramente planeado por la izquierda internacional con la participación y financiación —según la Fiscalía— de las guerrillas, organizaciones criminales, terroristas y algunos gobiernos extranjeros, decidí preguntar la opinión de mi copiloto de IA creado por Microsoft. Aunque tiene varios errores, esa nota apoya en términos generales mis planteamientos anteriores. Es usual que la IA se equivoque cuando se trata de temas relacionados con la política y la filosofía.
Me quiero referir a las declaraciones de las centrales obreras poco antes de terminar las manifestaciones de 2021 en el sentido de que ellas no tenían vínculos con la Primera Línea, a pesar de que durante esas protestas habían simulado ser sus organizadores y voceros y como tales se reunieron con funcionarios del gobierno Duque.
La incultura de los líderes sindicales, como de la izquierda en general, es de antología. Ni siquiera Gustavo Petro y su hija Sofía conocen la revolución molecular creada por el trotskista Félix e inaugurada en Italia en 1977. Sofía nos amenazó antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con la Primera Línea si su padre no ganaba. “De tal palo tal astilla” o, como dicen los gringos, “like phather like son”, como es el padre es el hijo Nicolás o la hija Sofía.
........
© El Diario
