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Gracias Francisco

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08.05.2025

Una de las dificultades más duras que tuvo que sortear el fallecido Papa Francisco fue el de la equidad de género al interior del Vaticano. Antes de su llegada al papado las mujeres no existían en la estructura administrativa de la Santa Sede, al menos en aquellos escenarios donde se toman las decisiones. La presencia femenina se circunscribía a algunas monjas, como personal de servicio. Francisco inició el desmonte de esta realidad vinculando varias mujeres en cargos directivos, situación que le granjeó enemigos en el ala más conservadora de la iglesia. Pero la realidad aún sigue siendo insólita. Una religión con un dogma que se fundamenta en una mujer como la Virgen María, se niega a darle a las féminas un rol importante y equilibrado frente a los hombres. Pretender la igualdad es obviamente una utopía sobre la base teórica de qué los doce apóstoles fueron todos hombres. Para aquel entonces, esta selección podría ser comprensible pues el papel de las mujeres en la sociedad judía estaba tamizado por un machismo exacerbado. Se dedicaban a tareas domésticas y a la crianza de los hijos, tenían poca influencia en la vida pública o religiosa, se les negaba la oportunidad de recibir educación o ejercer autoridad y dependían económicamente de sus maridos sin derechos de propiedad o herencia. Escoger mujeres para el apostolado no hubiera servido en aquella época a los propósitos de Jesús.

Pero en ninguna parte de los evangelios o de los textos bíblicos hay constancia de algún sesgo por parte de Jesucristo hacia ellas o que las hubiese relegado a un segundo plano. No las discriminó, las invitó a seguirlo, se acompañó de algunas desafiando las normas sociales de la época.

Los tiempos han cambiado pero la iglesia aún no se acomoda. ¿Cuántas mujeres estarán en el conclave? Ninguna.........

© El Diario