La pregunta de mi hija que desnuda nuestra polarización
Sentado frente a mi hija de 18 años, la edad donde los sueños son inagotables y el futuro aún no se ha manchado con la frustración; quien está junto a su madre, con una inocencia que todavía conserva y un aire de rebeldía, me pregunta: —Papá, ¿por qué Colombia está tan polarizado?
Su pregunta flota en el aire, la miro y pienso que su generación merece respuestas más claras de las que nosotros recibimos, en Colombia, pensar distinto es un riesgo, en las noticias abundan las cifras de líderes sociales asesinados, jóvenes desaparecidos, voces que se apagan sin que la mayoría del país se inmute.
Así ,que, le respondo, que la polarización no es solo un problema de hoy; es una herida vieja de un país que nunca ha sabido reconciliarse consigo mismo, desde las guerras civiles del siglo XIX, pasando por la violencia de los cincuenta y el conflicto armado de más de medio siglo, siempre hemos vivido divididos entre dos bandos, que se acusan mutuamente de todos los males.
Ella me escucha en silencio, y su madre, que conoce bien las heridas que deja la intolerancia, interviene:—Hija, la verdadera........
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