¡Lavada de manos!
Hay quienes siguen pensando con alevosía y no poca mala intención, que todas las embarradas de su actuar político, es culpa de los periodistas. Cuando son ellos quienes ayudan a ir a sus partidos al despeñadero (otros creerán que al desnucadero y tienen razón)
Acaba de acontecer con Juliana Enciso, quien calculó mal – ¡no se si llevada por pasión! – de tomar definiciones políticas radicales, que ayudaron a acentuar la crisis del partido conservador, que su conglomerado cercano, lo dejó cerca de la sepultura.
De un partido que tiene daño reputacional que todavía le respira en su ADN.
El conservatismo viene mal. Su dirigencia va mal y lo que representó en su pasado glorioso en la........
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