Columna: Orquestas & Soneros
El Sabor de Ángel Luis Canales
Angel Luis Canales nació en 29 de junio de 1950 en Santurce, Puerto Rico. Sus padres Ángel Luis Canales Sr. y Ana Ilda Canales lo trajeron a El Barrio del Alto Manhattan, Nueva York, a la edad de 8 años. Durante su infancia escuchó la música de Rafael Cortijo con Ismael Rivera, la canción Jíbara (campesina) y los cantantes románticos de los cincuenta preferidos en su casa. En Nueva York, los sonidos cambiaron, sus nuevos amigos no hablaban español y en la escuela se escuchaba a Elvis Presley y artistas del sello discográfico Motown. Luego llegó la explosión del boogalo. Cuando sus mismos amigos y el propio Canales se vuelcan a redescubrir la música latina a través del ‘tumbao’ de agrupaciones jóvenes como Willie Colón, Johnny Colon, Pete Rodríguez y los Hermanos Lebrón.
En la escuela no fue muy bueno con los libros en general, pero siempre se destacó en el taller de máquinas. Así que decide presentarse a trabajar en una joyería, recomendado por un profesor que lo estimaba mucho. Primero ingresó de mensajero. Luego, mirando con curiosidad el arte de los talladores de diamantes, aprendió a pulirlos, tallarlos y montarlos, lo que al fin de cuentas se convirtió en su verdadera profesión de por vida, además de la música.
A finales de los sesenta es reclutado para el ejército. A su regreso, encontró que algunos de sus amigos de infancia se habían convertido en músicos, entre ellos Antonio Tapia, Luis Rivera y Johnny Torres. Todos ellos reunidos en una modesta banda liderada por un pianista negro americano que se hacía llamar Markolino (Mark Dimond). Un personaje extravagante, al que le gustaba componer, arreglar y tocar el piano de una manera muy singular y adelantada para los salseros de los sesenta y setenta.
Canales llega en el momento en que Markolino firma con el sello Fania, y por sugerencia de su compadre Johnny Torres va al estudio a poner su voz en varios surcos de canciones que nunca había escuchado. De toda esta improvisación, surge el LP........
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