La sra. contralora y el estatuto “especial” del presidente
“La noche debilita los corazones”. Y, al parecer, a la contralora también le llegó —o se le vino— la noche. Sin aviso. Sin cálculo. “De una”, como dicen los jóvenes, porque en sus estelares informes, auditorías y alocuciones, se posicionó más rápido que Jara en encuestas, estudios de opinión y respaldos. Todos eran Dorothy… pero, pero…, como dice un amigo, el poder se puede incomodar, no molestar. Y en esa búsqueda de hacer cosquillas sin provocar carcajadas, se topó de frente con Su Excelencia.
No hay que ser docto ni ciudadano ilustre para saber que, en un Estado de Derecho, todos —bueno, si se quiere enfatizar:........
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