menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

La IV cumbre de la pandilla política: foto para el álbum de los fracasos

16 0
previous day

¡Qué postal inolvidable! Una cumbre donde los próceres del absurdo político se reunieron para confirmar lo que ya sabíamos: que Bolivia está secuestrada por una asociación ilícita para delinquir contra la democracia. Allí estaban todos, cual casting de telenovela decadente: el presidente ausente que ahora juega a ser dialoguista; el vicepresidente zen, que ni aparece; el presidente de la Cámara de Diputados, con cara de escolar en pasantía; el jefe del OEP, que simula ser neutral mientras pestañea a los amiguitos del MAS… y, claro, los mismos candidatos eternos que no entienden que lo suyo ya fue, pero igual se repiten como chicle en zapato.

¡Y qué mejor que inmortalizar esa escena con una fotografía para el museo de las desgracias nacionales! Un retrato de familia de quienes nos quieren convencer de que representan la esperanza de Bolivia. La misma esperanza que uno tiene cuando se le rompe el motor en medio del salar: ninguna.

Podríamos bautizar a esta ilustre reunión como “La Pandilla del Absurdo Político”, porque, si algo los une —además del hambre de poder y la alergia a la ética—, es esa capacidad de sembrar desconfianza, miedo y frustración, todo mientras nos sonríen en televisión nacional con cara de “yo no fui”. Lastimosamente, para completar esta foto falta el pandillero mayor: el presidente del TCP.

El presidente de la República aparece en modo estadista… de cartón. En cuatro años y medio no tuvo tiempo para dialogar con nadie, pero ahora, mágicamente, quiere mostrarse como un pacificador. Claro, pacificador a lo MAS: mientras habla de unidad, mantiene secuestrado al gobernador opositor más votado del país y culpa a la Asamblea de sus propias cagadas financieras. Como si los créditos internacionales fueran una aspirina para la metástasis de corrupción que corroe su gobierno.

Y si vamos a ser justos,........

© El Día