¡Oh capitán, mi capitán!
¿Por qué Edman Lara se comporta de esa manera: prepotente, lenguaraz, insultando, amenazando y mostrando rudeza incluso con su propio candidato presidencial, Rodrigo Paz? La respuesta es elemental: porque es policía. Lara actúa como policía, responde al ADN de la Policía boliviana, una institución marcada por la prepotencia, el abuso, la corrupción y el miedo como forma de ejercer control. No es casualidad que tenga la peor reputación entre todas las instituciones del país, pues históricamente ha sido cómplice del poder, del gobierno de turno, utilizada para apalear a la gente, perseguir opositores, proteger a narcotraficantes o incluso involucrarse en delitos como el robo de autos.
Lo llamativo es que Lara no cuestiona esa estructura; al contrario, le seduce. Se estrella contra los mismos adversarios contra los que se enfrentó el MAS y, al mismo........© El Día
