7 y 9

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3 y 6

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1 y 4

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no

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5 y 8

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Por Diego Aristizábal - desdeelcuarto@gmail.com

Pocas veces se habla de las herramientas con las cuales los escritores escriben sus libros. Esto, que parece una nimiedad, puede ser decisivo a la hora de crear. Sin lápiz no hay novelas, dicen unos; sin computador no escribo una palabra, dicen otros que prefieren no untarse los dedos de tinta. Tal vez por eso, ahora que murió mi muy querido y leído Paul Auster, pienso en la soledad que debe sentir la venerable Olympia que el mismo autor inmortalizó en un librito que se llama La historia de mi máquina de escribir.

Lo curioso de este libro es que no se le ocurrió al escritor, la idea fue del artista Sam Messer que un día fue a la casa de Auster y se enamoró de la vieja máquina Olympia........

© El Colombiano