Javier Milei, entre ultrasionistas y antisemitas
En una entrevista tras su visita a Jerusalén, Milei dijo a LN que al bombardear a Irán en «ataques quirúrgicos» contra objetivos militares, como lo había hecho en Irak (1981) y Siria (2007), Israel hacía el «trabajo sucio» que no hacían otros.
En su cuenta de X, el ministro de Exteriores, Gideon Saar, dedicó al presidente argentino el bombardeo a la prisión de Evin en Teherán, concluyendo con un rotundo «¡Viva la libertad, carajo!».
Para no ser menos, el ministro de Defensa, Luis Petri, recordó que Argentina había sido víctima del terrorismo iraní en los atentados contra la embajada israelí en 1992 y contra la AMIA, la mutual de la comunidad judía de Buenos Aires, en 1994, que se cobraron 114 vidas.
La alianza entre Argentina, que tiene agua, tierras despobladas y minerales raros, e Israel, que busca zonas de influencia en un mundo que ya no le ofrece respaldo incondicional, se ha convertido en el asunto más controvertido de la política exterior de Milei, que en su visita a Israel fue fotografiado junto a Benjamin Netanyahu observando un mapa ampliado de la Patagonia.
Según la prensa argentina, miles de veteranos de las IDF israelíes viajan como mochileros a la Patagonia tras cumplir su servicio militar antes de seguir su viaje por otros países de la región.
Con esos antecedentes, no resulta extraño que Unión por la Patria, el grupo kirchnerista en el Congreso, pidiera un juicio político a Milei por su «irresponsable involucramiento» en guerras ajenas sin pasar por el Congreso. Alguno de los países beligerantes, advirtieron, podía tomar sus palabras como una declaración de guerra, exponiendo a Argentina a represalias violentas.
Durante los doce días de la guerra contra Irán, la policía reforzó la seguridad de diecinueve potenciales objetivos vinculados a intereses israelíes e instituciones educativas.
¿Palestina o Argentina?
Aunque sólo rozan el 1% de la población, algunos de los más influyentes periodistas argentinos (Eduardo Feinmann, por la derecha, y Ernesto Tenembaum, por la izquierda, entre ellos) son judíos. Como lo fueron el 10% de los desaparecidos por el régimen militar (1976-1982): universitarios trotskistas, filocastristas o montoneros, la ultraizquierda peronista.
Samuel Hadás, el primer embajador israelí ante la Santa Sede y España, nació en Resistencia (Chaco) en el seno de una familia askenazí de origen polaco y emigró en 1953, a los diecisiete años, al recién nacido Estado de Israel.
Como en otros países vecinos, algunas de las mayores fortunas son de familias askenazíes: Werthein, Elztain, Galperin…
«En ‘Der Judenstaat’ (1896), donde propuso hacer de Palestina un puesto de avanzada occidental, Theodore Herzl describió al país austral como ‘fértil, inmenso, de clima templado y población escasa”
Los lazos son antiguos. El primer congreso sionista en Basilea en 1897, tras la Palestina otomana, barajó a Argentina y Uganda como opciones territoriales para establecer un Estado judío.
En Der Judenstaat (1896), donde propuso hacer de Palestina un puesto de avanzada occidental, bajo el epígrafe «¿Palestina o Argentina?», Theodore Herzl describió al país austral como “fértil, inmenso, de clima templado y población escasa”.
El traslado desde las antiguas zonas de asentamiento zaristas de los futuros gauchos judíos lo financió la Jewish Colonization Association del barón Moritz von Hirsch.
Siguiendo sus instrucciones, fundaron comunidades agrícolas similares a los kibutz de Galilea en fértiles provincias del interior. Una de ellas en Entre Ríos, adonde fue el abuelo paterno de Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, que concentra al 38% de la población argentina.
Paranoias antisemitas platenses
Esas singulares condiciones explican en gran parte que Argentina sea el único país de la región en el que se generó un antisemitismo político doctrinario. En enero de 1919, turbas azuzadas por el gobierno radical de Hipólito Yrigoyen cometieron el primer (y hasta ahora único) pogromo en suelo americano, asesinando, violando y quemando viviendas y libros de familias judías en barrios porteños a las que acusaban de querer instaurar un soviet judeo-bolchevique.
Según escribe Uki Goñi en Perón........© El Búho
