El cardenal Müller y el teólogo Gustavo Gutiérrez
Han llamado la atención de los medios internacionales las declaraciones de monseñor Gerdhard Ludwig Müller (77), líder del ala conservadora del Colegio de Cardenales, en vísperas del Cónclave: «Ruego para que el Espíritu Santo ilumine los cardenales, porque un papa hereje que cambia cada día de opinión dependiendo de lo que dicen los medios de comunicación sería catastrófico» y también «el próximo papa no tendría que buscar el aplauso del mundo secular, que ve a la Iglesia como una organización humanitaria que hace tareas sociales». Y si no lo han señalado, pronto lo harán, porque fue amigo del teólogo de la liberación Gustavo Gutiérrez, y algunos hasta podrían pensar que Müller pertenece a la corriente de la teología de la liberación.
Sin ser exhaustivo, se puede decir que Müller fue ordenado sacerdote en 1978, a los 30 años. Desde 1985 enseñó teología a nivel universitario. Conoció al padre Gustavo Gutiérrez en 1988 -que entonces tenía 58 años- en un seminario para profesores alemanes de teología. Desde esa fecha fueron amigos. Hasta el 2002, durante sus vacaciones académicas, visitó Latinoamérica y el Perú, particularmente el sur andino.
En el 2004, en Ausburg, publicó un libro traducido al castellano como “Del lado de los pobres, Teología de la Liberación” en el que se alternaron tres ensayos de Gutiérrez y tres de Müller: “La experiencia de la liberación: un impulso para la teología europea”; “La teología de la liberación en debate”; y “Una Iglesia y un destino común: solidaridad en Cristo”.
En el segundo ensayo escribe: “No tenemos, entonces, por qué recelar con suspicacia en torno a una supuesta relación de la teología de la liberación con el marxismo. Investiguemos, más bien, qué aporta el marxismo cuando acoge (aunque secularizándolas) profundas convicciones de la teología cristiana sobre el sentido de la historia y el de su culminación escatológica. Y valdría la pena discutir hasta qué punto podemos evitar el empleo de un vocabulario teñido de marxismo cuando redescubrimos ideas originalmente cristianas. En cualquier caso, la teología de la liberación se diferencia sustantivamente del marxismo por su antropología teológica.
Y definitivamente es........
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