menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Los Molinos de Chocolate de Sangarcía

9 0
20.07.2025

El Diccionario de Madoz de 1845-1850 registró en la provincia de Segovia seis molinos de chocolate, cuatro de ellos en Sangarcía y dos fábricas de curtidos en la misma localidad. La razón de la localización de la producción de este producto ultramarino en este pueblo de Castilla la Vieja es que sus vecinos estaban dedicados a la arriería, transportistas y comerciantes que comerciaban con el trigo y otra amplia lista de productos.

Estos arrieros segovianos atendieron la necesidad de abastecimiento de harina de la capital de España. En efecto, en el año 1561 se instaló la Corte en Madrid, lo que generó un aumento de la población debido al traslado del aparato político y burocrático, y lo que determinó un incremento de las necesidades de abastecimiento de carne y de compra de trigo y harina, consecuencia derivada de que la población madrileña subiera también hasta los 130.000 habitantes en el año 1620.

Las autoridades locales de Madrid eran las encargadas de asegurar el aprovisionamiento de pan, mientras que el Pósito suministraba trigo a los panaderos, un trigo que procedía del alfoz de Madrid, o bien era comprado en la campiña de Alcalá de Henares o en la comarca de la Sagra toledana. Sin embargo, entre los años 1561 y 1630 se incrementó fuertemente el consumo de pan, un consumo que aumentó de las 280.000 fanegas de trigo en 1584 a 550.000 fanegas anuales en el año 1630, de modo que el Ayuntamiento de Madrid se vio obligado a comprar trigo para el Pósito, donde se almacenaban las reservas de grano y harina a disposición de los panaderos. Unas compras que se extendieron a la Meseta Norte, de modo que el cereal se remitía directamente a Madrid, o bien se mantenía en los depósitos de El Espinar o en las paneras de Navas de San Antonio, para ser molido en los molinos de la Sierra del Guadarrama y ser enviada la harina resultante a la capital. A mediados del siglo XVII, este abastecimiento de grano se estabilizó, de modo que los arrieros de Sangarcía van a asegurar el abastecimiento de grano a Madrid, aprovechándose de la cercanía de esta localidad con la Tierra de Arévalo y la Tierra de Campos, así como su cercanía a la ruta que comunicaba Castilla La Vieja con Madrid. Los arrieros de Sangarcía suministraban el trigo para el consumo de Madrid, pero también comerciaban otros productos como el azafrán, el vino, la pimienta, el clavo, el arroz y el chocolate.

Tableta de chocolate de Celestino Garcisánchez.

El cacao tiene una importante relación con tres culturas prehispánicas: los Olmecas, los Mayas y los Aztecas. Por ejemplo, en la sociedad azteca estas semillas servían a la vez como moneda y como producto de consumo. Un producto al que se le atribuían múltiples virtudes, y que Cristóbal Colón conoció en 1502, pero que se difundió cuando Moctezuma lo entregó a Hernán Cortés como ofrenda de paz, y éste se lo descubrió al rey Carlos I en 1528. El primer chocolate de Europa fue elaborado en el Monasterio de Piedra de Zaragoza en 1534. El monje cisterciense Fray Jerónimo de Aguilar, acompañante de Cortes, fue quien envió el cacao junto con anotaciones sobre su preparación, mezclado con azúcar de caña o leche se convirtió en el chocolate que hoy........

© El Adelantado