La libertad no se hereda, se cultiva
Ruber Bustos
El 7 de agosto para muchos puede ser solo una fecha más en el calendario, un feriado o una excusa para descansar. Pero para quienes trabajamos la tierra con el alma, como lo hacemos los caficultores, ese día representa mucho más que la conmemoración de la Batalla de Boyacá. Es el recordatorio de que la libertad que hoy disfrutamos fue sembrada con sangre, sacrificio y coraje. Y que mantenerla viva sigue siendo nuestra tarea, desde cada rincón del país, desde cada surco y cada grano de café que cultivamos con dignidad.
En 1819, nuestros antepasados decidieron que no podían seguir siendo súbditos de una corona lejana, desconectada de las realidades del pueblo. Marcharon por las montañas, cruzaron ríos y páramos, y pelearon en el Puente de Boyacá no por gloria personal, sino por un principio: la libertad de........
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