José Nairo: Del bajo de su tuba a las alturas del cielo
Por: Gerardo Aldana García
Cómo nacido de la música que pájaros, hojas y paisanos inspirada por la Ceiba de La Libertad en Gigante, José Nairo García Ríos, emergió de la Tierra de Matambo, vino este huilense cuyo talento musical se cultivaría para establecer la base rítmica y armónica de la canción, lo que en el argot musical se conoce como: El Bajo. Y a fe que el tubista José Nario, inicialmente formado y cultivado en la Banda Municipal de su pueblo natal, llegaría en la década de los 80s a la Banda Sinfónica del Departamento, entonces bajo la batuta del maestro Abel Valderrama Yusti para seguir, durante más de 40 años en esta agrupación, marcando desde la gravedad del más grande instrumento de viento metal, sonidos resonantes y profundos, para proporcionar el bajo de toda la banda dando ancla a las armonías y refuerzo a los bajos de otros instrumentos.
A la 1:30 a.m. del pasado 5 de abril, José Nairo se fue hacia el mundo del silencio; o hacia el cielo, como él, desde su devoción católica, decía. Un músico como él es edificantemente digno de recordar; de hecho, no solo los colegas que durante décadas lo acompañaron en la Sinfónica del Huila, si no también los músicos de la región sur colombiana, incluidos los integrantes de la Banda Papayera que él creo llamada Banda Flolclórica Matambo, expresan de diversas formas y por diferentes medios la pena que causa su partida. Y, junto a la constante del dolor de su partida, también resuena la simpatía con la que se le recuerda, además del músico, a la persona jocosa, amable, divertida, honesta y colaboradora que era José Nario. Me ha dado especial gusto........
© Diario del Huila
