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COFRADÍAS DE LA SANTA IGLESIA CATEDRAL DE TRUJILLO | Por: Alí Medina Machado

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30.10.2025

Alí Medina Machado

Mucha escritura ha habido sobre este santa Iglesia Catedral, históricamente Iglesia Matriz de Trujillo, nombre con el que pasó por los siglos, desde el XVI en adelante, hasta el anterior siglo XX, cuando en 1912 fue consagrada Catedral por el Obispo diocesano merideño Mons. Antonio Ramón Silva, y luego vuelta a consagrar ya definitivamente como sede episcopal en 1957, con motivo de la creación de la Diócesis de Trujillo, por el Santo Padre Pio XII. Así, con esta condición, recibió a su primer Obispo Mons. Antonio Ignacio Camargo.

Este templo de Dios es una reliquia que viene desde la Colonia, es un monumento histórico nacional, y lo más grande que tiene, o su cualidad esencial es que es la Iglesia de todos los trujillanos.

Ha recibido muchos elogios, merecidos todos ellos. Dijo Don Mario Briceño Iragorry: “Para mí esta iglesia tiene un valor que no lo iguala el de Nuestra Señora de París o el propio de la catedral de San Pedro en Roma. Sí, señora. Porque a esta iglesia fui llevado de la mano para recibir en su bautisterio el óleo cristiano”. Por su parte, Ramón Urdaneta le asigna un gran valor histórico. Desde ella se cumple la advocación de la Virgen de la Paz. Y otro autor, señala lo siguiente: “En tus contornos divinos está la aureola de esta ciudad secular. Eres irremplazable como los grandes monumentos de la historia. Sobre ti nada prevalece, porque eres divinizada en el espíritu…Las flores que te han adornado por los siglos siguen despidiendo fragancias”. (AMM). La lista de elogios es muy larga definitivamente.

Voy a hablarles de su contexto histórico, para luego decirles cosas sobre las sacristías que la constituyen desde siempre y, en especial, sobre la sacristía de Nuestra Señora de la Paz.

Aunque seguramente en los siglos precedentes algunos escritores hablaron diversas cosas sobre este hermoso santuario, pues los periódicos publicaban artículos, crónicas, comentarios, programas de festividades, poemas y otros temas pertinentes con los asuntos parroquiales, nos concretamos nosotros en hablar desde la palabra escrita de Don Mario Briceño Iragorry, quien en su pequeño gran libro “Mi infancia y mi pueblo” realiza una breve pero sustancial descripción interior de la iglesia Matriz, así como también lo hace, aunque más en concreto de la Ermita de la Chiquinquirá y de la Iglesia de San Jacinto, que le fueron afines en su niñez y juventud. Lo que dice nos servirá de mucho apoyo para estas palabras.

Otro autor que hace una descripción muy pormenorizada de las iglesias de nuestra ciudad es Ramón Urdaneta Bocanegra, en un folleto titulado “Trujillo y la Iglesia”, publicado en España, en 1956. Es muy minucioso en sus apreciaciones.

Específicamente sobre la Catedral de Trujillo, escribió una conferencia el Dr. Marcos Rubén Carrillo. Y dos de nuestros obispos, Mons. José León Rojas, en 1970, con motivo de la Restauración de la Catedral y Mons. Vicente Hernández Peña, han escrito sobre ella. Este último, escribió un discurso muy bello intitulado “Esta Iglesia Parroquial de Truxillo”, en la oportunidad de la inauguración de la Retablos de la Catedral, en abril de 1984. Hay otra escritura regada por ahí, muy interesante conceptual y afectivamente. De modo que los principales aspectos históricos del devenir de este santuario de Dios y de los trujillanos, han dado en conocerse, y cubre el espacio y las necesidades de información sobre su existencia.

La ciudad de Trujillo fue fundada en Escuque, en 1557. Es la ciudad fundacional, la primera, pero no la última cronológicamente hablando. Tuvo seis traslados, el último establecimiento, en 1570, en este suelo en que estamos: Trujillo, de Nuestra Señora de la Paz, o Nuestra señora de la Paz, de Trujillo, que así se llama históricamente nuestra ciudad, ésta en que estamos. Allá........

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