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Pasamos la 15 y nos fuimos a la 16 de Don Mario |  Por Oswaldo Manrique

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22.09.2025

Les aseguro que no fue en Valera, en uno de esos días en que me toca casi duchado de sudor, luego de mis diligencias de trabajo en la casa de la “Dama Ciega”, sí, la del Cañón, ir a buscar buseta para subir a La Puerta, a eso de las 3 de la tarde, y ya sentado, requerirle un jugo enhielado al atento Freddy.

Ese día, me ocurrió algo relacionado con lo que veo muy a menudo y me mueve la incertidumbre desde hace muchos años, que resume una conducta de gente de mi pueblo, que labora y explota los recursos económicos de La Puerta, pero que no les gusta vivir allí, si no en las urbanizaciones de la ciudad de Valera, en una especie de inexplicable quiebre de la relación afectiva con el terruño. Fue la expresión: ; esta frase, me dio la clave y respuesta. En muchos casos se tiende a conocer, comentar, favorecer y querer con detalle otros paisajes foráneos, de otros países y latitudes, más que los criollos. La Puerta, la califican en el ámbito político-administrativo, como “foránea”, aunque Parroquia que forma parte de un Municipio, en la narrativa de los políticos, es foránea (del mismo modo Mendoza), ahí comienza la debilidad o falta del sentido geográfico o espacial, o geosocial y geohistórico. Pero, no me detuve ahí por mucho tiempo, sino que me fui a la 16.

Antes se la señalé y la comenté al profesor Leonardo Paredes, quien sonrió y continuamos hacia otro destino: nos fuimos a la 16 de Don Mario. Mi buen amigo y vecino, el profesor Paredes, me invitó a su casa para que escuchara y conversara sobre una canción que está componiendo a propósito de sus actividades de investigación cultural y aprovechar tomar su perfumado té de Hojas del Paraíso.

En la 16, tuve que prestar atención con detenimiento, no estaba frente a una simple vía o callejuela de la región, estaba ante todo un monumento a la formación de ciudadanía, que expresa su vigencia sobre diversas y conexas crisis que preocupa a buena parte del país: ¿Cómo unirnos para la defensa de nuestro “canon” histórico y de nuestros intereses nacionales, cuando pululan las circunstancias que nos conducen a la feroz discordia? Absolutamente vigente ese obelisco. Unos pensarán es complejo el asunto, por ser producto de correrle la arruga a ciclos de desequilibrio del país político otros dirán facilitémosles tiempo al........

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