Negacionistas del lujo y crisis
Un problema es imposible de solucionar si quien tiene que ponerle remedio es incapaz de verlo o no lo considera tal cosa. En Ibiza hay un cáncer que se llama lujo y que corroe nuestro estado del bienestar y a la propia industria turística, que ya muestra claros síntomas de agotamiento, con episodios incontestables de decrecimiento e incluso crisis en segmentos como la restauración o el comercio.
Las consecuencias de este lujo desaforado las padecemos todos los ibicencos, menos los cuatro que hacen dinero a paladas, en forma de un encarecimiento disparatado, muy por encima de la media nacional, de la vivienda y los productos más básicos, con la consiguiente bajada de la calidad de vida y la progresiva deslocalización de la industria, que pasa de manos de empresas locales a grandes corporaciones y fondos de inversión. Éstos, obviamente, se llevan los beneficios generados en la isla a otra parte, provocando el progresivo empobrecimiento de la sociedad y la irrupción de fenómenos como el chabolismo.
Como ejemplo de este negacionismo del lujo, tenemos las palabras del vicepresidente del Consell Insular d’Eivissa, Mariano Juan. En uno de los últimos plenos de la institución, respondió a la bancada socialista con estas palabras: «¿De........
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