Pobreza y brecha social en Canarias
Distintos informes presentados recientemente confirman a Canarias, una vez más, como una comunidad con elevados niveles de pobreza y exclusión social. Mostrando, asimismo, una sociedad en que la riqueza se concentra en un porcentaje pequeño de su población y en el que apenas se produce movilidad social, es decir, en la que resulta muy difícil mejorar la posición socioeconómica personal o familiar. Apuntando, además, al significativo impacto de los gastos en vivienda en un mayor empobrecimiento de los sectores más vulnerables. Una realidad ante la que se hace preciso actuar.
La primera investigación, La desigualdad en riqueza en Canarias, se desarrolló, previo encargo de Presidencia del Gobierno de Canarias en la etapa del Ejecutivo de Progreso, por el Centro de Estudios de Desigualdad Social y Gobernanza de la Universidad de La Laguna, que tiene como investigador principal al catedrático de Análisis Económico Gustavo A. Marrero. Este estudio, que abarca los años 2016-2019, destaca que Canarias es la comunidad con mayor desigualdad en riqueza por encima de otras tres (Madrid, Cataluña y Baleares) con la gran diferencia respecto a estas (que son ricas) que Canarias se encuentra entre las comunidades con menor riqueza por hogar. Otro dato significativo es que la desigualdad en riqueza es mucho mayor que la desigualdad en renta: en Canarias es el doble.
Sus conclusiones destacan que el 10% de los hogares que más riqueza acumulan poseen en torno al 60% de la riqueza de la comunidad canaria. Afirmando, asimismo, que ese 10% que más tiene “acumula entre 80 y 85 veces más riqueza que el 50% que menos tiene. Esta misma ratio, para el resto de España, es aproximadamente entre 45 y 50 veces”.
Como se observa, Canarias padece una enorme desigualdad, superior a otras nacionalidades y regiones, que los investigadores achacan a la evolución de la economía en las últimas cuatro décadas. Observando que se ha venido generando “una desigualdad en renta mantenida durante muchos años, que al final se ha reflejado en la desigualdad en riqueza. Una baja movilidad social también afecta a que la desigualdad de la riqueza sea persistente, al pasar los activos de generación en generación y al ser muy difícil revertir las........
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