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Testimonios sobre los orígenes de la Experiencia Cooperativa de Mondragón

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21.10.2025

El movimiento cooperativo de Mondragón, impulsado por don José María Arizmendiarrieta desde 1951, ha dado lugar a tres grupos corporativos (Corporación Mondragón, Grupo Ulma y Grupo Orona) que aglutinan cerca de 300 empresas y emplean a unas 80.000 personas en 40 países. En origen y en esencia, es un cooperativismo basado en la propiedad y gestión comunes: los trabajadores son socios capitalistas y cada uno tiene un voto en la asamblea. (Aunque la expansión ha exigido posteriormente algunas modificaciones).

¿En qué se basa esta historia de éxito que ha llegado a pasar a los libros de management? En este artículo sintetizamos las experiencias relatadas por algunos protagonistas de los inicios del movimiento cooperativo de Mondragón. Sus respuestas reflejan la influencia de don José María y del ideal cooperativo en sus vidas, sus experiencias personales y empresariales, el sentido y valor del cooperativismo de entonces y su vigencia hoy.

A don José María le preocupaba la promoción personal, técnica, económica y social de los trabajadores, por ello intentó implementar ideas de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Se fijó, particularmente, en la que propugna que los empleados participen en la propiedad de la empresa (Rerum novarum, León XIII, 1891, Quadragesimo anno, Pío XI, 1931). Las empresas capitalistas del momento no entendían ese lenguaje (hoy han cambiado algo las cosas) y don José María buscó una solución: que el obrero se hiciera propietario. La virtud de don José María no fue la audacia de proponer a los jóvenes un cambio de vida laboral radical, sino la fe en que eso podía funcionar y la fuerza para empujar, contra viento y marea, a quienes se aventuraron a seguirle.

Ser propietario y trabajador a la vez y compartirlo de manera solidaria, resultó muy atractivo para aquellos jóvenes. No es fácil explicarlo, porque........

© Deia (Tribuna Abierta)