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El adiós que resuena: la carta de despedida del Che a Fidel ( + VIDEO)

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04.10.2025

“No hay más cambios que hacer;o revolución socialistao caricatura de revolución”.
Ernesto Che Guevara1.

Hace sesenta años, en abril de 1965, Ernesto Che Guevara escribió una de las cartas más emblemáticas del siglo XX, la que dirigió a Fidel Castro a modo de despedida. Por los valores intrínsecos de ésta, debería ser objeto de relectura y reflexión periódicas. Pero no como un ejercicio de arqueología política, sino para encarar las contradicciones de nuestro tiempo y para responder algunas de las preguntas claves de éste, sobre todo en los campos de la ética y la política. En uno y otro, la carta interpela y obliga a meditar.

Con estilo impecable, en 605 palabras, el Che sintetiza su trayectoria cubana entre julio de 1955 y el momento de su partida hacia “otras tierras”, a fines de marzo de 1965. Y, además, aporta razones esenciales que ayudan a comprender el significado paradigmático que finalmente tuvieron sus relaciones con Fidel y con el pueblo cubano que, como él reconoce, “ya es mío”.

De principio a fin, cada énfasis y cada precisión del texto, inspira a conocer mejor por qué el Che fue acogido por ese pueblo como un hijo que jamás pierde la capacidad de sorprender en virtud de la validez intemporal de sus ideas, de la fuerza emanada de su coherencia y de su vida ejemplar, muy especialmente, como dirigente revolucionario que transformó la austeridad y el sacrificio cotidiano en sellos de identidad difíciles de igualar: dos razones que, por sí solas, explican por qué su figura interpela y compulsa tanto a los verdaderos revolucionarios, e irrita en igual medida a los que no lo son, aunque posen de tales.


La carta, leída por un Fidel visiblemente emocionado el 3 de octubre de 1965, no sólo marcó el fin de la presencia física del Che en la Revolución Cubana, como hombre de ideas avanzadas y constructor creativo e imprescindible, sino que también se convirtió en un símbolo de la lealtad revolucionaria, el internacionalismo y el compromiso antiimperialista, indispensables para la preservación de esta otra tríada: la Revolución, el Socialismo y la Independencia de Cuba en cualquier circunstancia.

Seis décadas después, el contenido del texto invita a profundizar, de manera particular, en los factores a partir de los cuales emergió, se desarrolló y consolidó una de las más hermosas y aleccionadoras relaciones de hermandad en el campo revolucionario, la de él con Fidel.

Identificar estos factores constituye una necesidad y un deber político e intelectual cuando no son pocos los silencios inexplicables en el campo revolucionario respecto a la vida y obra del Che, y cuando sobran las manipulaciones malintencionadas, sobre todo entre los enemigos de la Revolución Cubana, al abordar la relación entre éste y el líder al que siempre elogió con humildad, probablemente sin reparar en su propia grandeza.

Escrita durante la segunda quincena de marzo, previo a su salida de Cuba, la carta es entregada sin fecha el 1 de abril, a fin de que fuese divulgada en el momento adecuado. Ese momento se torna ineludible al producirse la clausura de la reunión constitutiva del actual Partido Comunista de Cuba, cuando es presentado su primer comité central.

En estas circunstancias era obligado explicar al pueblo por qué una figura emblemática e imprescindible para la victoria del primero de enero de 1959, y para la materialización de los cambios de los primeros 6 años de la Revolución en el poder, no figuraba como integrante del máximo órgano colegiado del nuevo partido. El hecho constituyó, además, la primera confirmación oficial de la razón histórica por la cual el Che había salido de Cuba. También representó el desmentido necesario a la cadena de especulaciones malsanas, promovidas al respecto por los enemigos de la........

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