Con Milei: Abundancia para pocos, miseria para muchos
Protegido por jueces en cargos de corrupción y el mantenimiento en injusta prisión domiciliaria a su principal oponente, Cristina Fernández, el presidente de Argentina, el melenudo libertario Javier Milei, sigue destruyendo la propiedad pública y empoderando a la privada.
En fin, con el susodicho hay una minoría beneficiada que viaja y consume, vive un boom de ventas de automóviles, con un sector inmobiliario que está en auge y llena los aviones, mientras hay una mayoría que no llega a fin de mes, porque el consumo cayó entre quienes ganan menos, abunda el trabajo precario y el supermercado se paga a crédito.
Cierto, el ultraliberal Javier Milei redujo de un hachazo la inflación, del 117% en el 2024 a 1,6% en junio último, y logró un histórico superávit fiscal, pero a costa de devaluar el peso y quitar subsidios que encarecieron el acceso a la vivienda, la salud y la educación.
¿Cómo se bajó el déficit fiscal? En palabras del argentino Adrián Garlati, doctor en Economía y docente de la Pontificia Universidad Javeriana, hubo una agresiva reducción del gasto por medio de reformas en diversos ramos, que estuvo acompañada de un sostenimiento del recaudo de impuestos, incluso distorsivos, lo que, según el académico, ha provocado un coletazo en algunos sectores como los jubilados.
“Hay que considerar que mucha gente está pensionada, y esas pensiones se sostenían en gran parte con emisión monetaria. Entonces, ese es el primer freno que le ha puesto el Gobierno, ya que dejó de financiar gasto con emisión monetaria”.
El consumo, que se desplomó en el 2024, tuvo un tibio repunte a partir de mayo pasado, pero fragmentado: mientras vuela la demanda de bienes durables impulsada por hogares de altos ingresos, el consumo masivo........
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