¿Quo vadis Starmer?
Mientras una ola de crisis económica y social envuelve a Gran Bretaña, su primer ministro, Keir Starmer, ha tomado el papel aparentemente -repito, aparentemente- dejado por Trump en la guerra desatada contra Rusia mediante Ucrania, y da pasos importantes para un ambicioso plan de rearme, tomando la batuta de la fobia contra el país eslavo desatada en Europa.
La crisis económica y social en Gran Bretaña se manifiesta en varios aspectos, incluyendo la inflación, la desigualdad económica, el cambio climático y el envejecimiento de la población.
La deuda soberana atraviesa uno de sus momentos más críticos en décadas. Con los intereses a 10 años rondando el 4,8% y los bonos a 30 años en máximos de casi treinta años (5,6%), el país se enfrenta a una tormenta económica marcada por bajo crecimiento, inflación persistente y una política monetaria con escaso margen de maniobra. ¿Qué hacer con las obligaciones británicas?
La nación atraviesa una situación compleja. La economía apenas creció un 0,3% en el segundo trimestre respecto al anterior, mientras la inflación sigue al alza. Impulsada por los precios del transporte (especialmente aéreo), el sector hostelero y la alimentación, alcanzó el 3,8% en julio.
La inflación ha alcanzado niveles alarmantes, afectando la capacidad de los trabajadores para mantener sus hogares, en tanto la desigualdad económica es un problema persistente, con una brecha cada vez mayor entre los más ricos y los más pobres, y el cambio climático ha llevado a la implementación de políticas ambientales, aunque aún hay mucho por hacer para cumplir con los compromisos internacionales. Por otro lado, el envejecimiento de la población representa un desafío creciente para el sistema de salud y la economía en general.
A esto se une la fobia antinmigrante desatada en parte de la nación, de la que son víctimas innumerables personas que reciben el trato de delincuentes, sin cometer........
© Cubasí
