Que el golpe no nos sea indiferente
Un niño de dos años muere, y algo se nos apaga por dentro. No ha muerto por enfermedad ni accidente. Lo que lo ha llevado al hospital y luego a fallecer han sido los golpes de su madre y su padrastro.
La noticia se reproduce, los comentarios en redes sociales son cientos, y nos preguntamos: ¿cómo pudo ser?, ¿cómo se le hace eso a un ser indefenso? ¿cómo una madre lejos de proteger, hiere?
No hay una respuesta única ni sencilla; casos así se reportan en todo el mundo cada día; y aunque toque a las autoridades desentrañar causas y vulnerabilidades, no me queda duda que detrás de todo se halla una naturalización de la violencia hacia las niñas y los niños de la que aún no nos hemos podido desprender........
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