Esa callada grandeza
Santiago es más. Más que la postal de siempre, más que las luces de un parque, más que los nombres cantados. Este libro ha hurgado en los antiguos trillos, en los saberes ancestrales, en la sangre y en las lágrimas. Ha ido Cuba adentro. Ha revelado los ríos subterráneos, los afluentes que nos habitan, el arma sin mella de la persistencia, la callada grandeza de las cosas simples.
Este es un libro purificador.
Sus personajes versifican la vida y las cosas, cosen el hilo del tiempo, aprietan el barro, hacen alquimia de los frutos, ponen en sus pupilas las olas de la bahía. Sus personajes resuenan la corneta como un grito, viven en “la urgencia perpetua de preservar a los suyos”.
Sus personajes son renacedores.
La callada grandeza (Editorial Oriente, 2025) es una filigrana, un lienzo cuyos trazos han iluminado los rincones, han dado color al olvido, han hallado la justa dimensión de lo aparentemente invisible. Su narrativa aprehende la atmósfera, resuena el campanazo de la ternura, devela.
En ese asomar sin prejuicios la inspiración repentina, el poema de circunstancia, la sinceridad virginal de una rima, este libro recuerda el afán testimonial del mítico volumen Los poetas de la guerra (1893). Aquel, este, han entendido la valiosa humanidad encarnada........
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