Tarde, pero sentida
¿Tú no piensas parar? Ya estás vieja para esos trotes opinó una vecina cuando me vio salir el viernes rumbo a Baracoa, cargada de bultos para la expedición Sendero de los afectos.
Me hubiera gustado ver su cara este lunes, cuando nos recibió a puro baile y sandunga una pareja de más de 80 años, y aunque no eran los únicos en la recholata vespertina del lunes, sintonicé con ellos porque José soltó el bastón ¡literalmente!, para ponerme a bailar merengue, contagiado con la ricura de movimientos de Antonio (la cajita musical de Senti2Cuba), y luego Nilda me llamó con picardía para reprocharme por alebrestar a su hombre, pues de seguro esa noche le reclamaba fiesta en otro tipo de actividad.
Bastó un par de horas en esa zona de la calle Flor Crombet para re-conocernos en nuestra esencia más criolla, sin importar edad, oficios o provincias, y hasta la veterana Arminda olvidó los estragos........
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