“Manual de urbanidad y buenas maneras”
A mediados del siglo diecinueve, el venezolano Manuel Carreño se dispuso a poner en buen comportamiento a las sociedades latinoamericanas. Publicó su hasta ahora conocido Manual de urbanidad y buenas maneras. La obra contenía instrucciones sobre cómo conducirse en lugares públicos y privados y se convirtió en un referente: “hay que consultar el Carreño”.
Pese a que el manual tenía más que ver con deberes morales en el ejercicio del ideal cristiano, sus preceptos servían a la vez de guía en las conversaciones, en la mesa o en la vestimenta que requería cada circunstancia.
No se asusten, esta nota no pretende dictar reglas ya anacrónicas. Durante mi infancia solía pasar largas vacaciones en Tegucigalpa con una tía organizadora de eventos que me enseñó a acomodar la vajilla sobre el mantel, a usar los cubiertos y a jamás hablar con la boca llena. Pero no gozo ni de su autoridad ni de su exquisitez; menos del carisma para legar ese tipo de enseñanzas.
Todo esto viene a cuento porque en algún momento de ocio, de esos que uno encuentra para malgastar la vida, se me cruzó un video en el que una experta barre ciertas maneras de “compostura” en la mesa: levantar los meñiques al tomar con una taza o limpiarse únicamente las comisuras de los labios con la........
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