La Virgen de la Caridad y el ateísmo en Cuba
Por Dagoberto Valdés Hernández*
Hay símbolos que nos hablan del pueblo. Hay símbolos que también nos hablan de Dios. Hay símbolos que identifican a un pueblo y hay pueblos que han sobrevivido por sus símbolos.
Esta reflexión brota de la fiesta que celebra hoy el pueblo cubano. El 8 de septiembre es en Cuba el Día de la Caridad del Cobre. Y la fiesta es tan diversa y mestiza como lo es la identidad cultural cubana.
Los católicos celebramos el nacimiento de María, la Madre de Jesucristo, que en Cuba llamamos Virgen de la Caridad. Celebramos a la que los mambises, luchadores por la libertad de Cuba, llamaron “emblema patrio”. Ellos pidieron el Papa Benedicto XV, en 1915, que declarara a María, la Virgen de la Caridad del Cobre, como Patrona, Reina y Madre de la República de Cuba, es decir, de todos los cubanos y no solo de los creyentes católicos.
Los cubanos que profesan los cultos afrocubanos celebran hoy a Ochún, que es el orisha (santo) yoruba del amor, la fecundidad, la prosperidad, la resiliencia y la reina sobre las aguas dulces. Este orisha ha sido sincretizado con nuestra Virgen de la Caridad, Virgen del Amor.
Los agnósticos y los ateos no coinciden con la fe de las dos manifestaciones religiosas mencionadas (católicos y santeros en Cuba) pero se unen a nosotros respetando y reconociendo a la Virgen de la Caridad del Cobre como el mayor símbolo espiritual de la cubanidad.
En fin, católicos, santeros, agnósticos, ateos, y otros cubanos de buena voluntad, coincidimos en que la Virgen de la Caridad es la más grande confluencia, unidad e identidad, del alma de la nación cubana, de su dimensión espiritual.
Por eso, el 8 de septiembre debería ser declarado día feriado. Con el........
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