José Daniel Ferrer: La persona humana está por encima de todo
Por Dagoberto Valdés Hernández*
Una carta reciente de mi hermano José Daniel Ferrer, hombre de fe y patriota cabal, y los comentarios que le han seguido, me han suscitado la presente reflexión que, quizás, pudiera aportarnos algunos criterios para un discernimiento ético frente a decisiones y realidades que nos interpelan a cada uno de nosotros e interesan al bienestar de la patria cubana.
La vida humana, la integridad de la persona, su salud corporal, psicológica y espiritual, son un valor primordial que deberíamos salvaguardar, promover o, por lo menos, respetar en toda circunstancia y lugar.
En efecto, en la cultura occidental, en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, en los fundamentos de la ley natural y en los cimientos de la conciencia universal, ha sido aceptado moral, cívica y religiosamente, que la persona de cada ser humano, su dignidad, su vida, su integridad y todos sus derechos, son sagrados. Esto equivale a decir que deben ser colocados en lo más alto de nuestra escala de valores, con la máxima prioridad, ante la cual deben subordinarse todas las demás realidades individuales, sociales e internacionales.
Basado en este principio fundamental podemos deducir........





















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