Mancuso, ¿quién le dio la orden?
Desde las profundidades del territorio colombiano, una sombra maligna emergió, una maquinaria implacable que implantó el terror: ¡El paramilitarismo! un monstruo que surgió de las tinieblas flamígeras de Mix, que todavía devora la esperanza y la tranquilidad en los campos colombianos. Sus garras siguen despedazando la inocencia de los campesinos, dejando a su paso violaciones y mutilaciones, marcas indelebles en el alma de una nación herida. El señor Salvatore Mancuso, no actuó solo, ni de manera autónoma. Tuvo a todo el poder colombiano como aliado (expresidentes, políticos, militares, banqueros, industriales, multinacionales y medios de comunicación; estos últimos les limpiaban las manos impregnadas de sangre a los supuestos guardianes de la democracia criolla) ¡sí!, esos mismos que en plena oscuridad de la noche, arrojaban a sus víctimas a los criaderos de caimanes, en donde el miedo y la muerte danzaban en un macabro ritual. Cientos de campesinos eran acusados de ser auxiliadores de la guerrilla y como hojas al viento, eran arrojados a los hornos crematorios, y estos a su vez se taponaban con la grasa de aquellos cuerpos........
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