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Patologías semióticas de Superman y sus imitadores

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15.07.2025

Un disfraz como síntoma. Vestirse como Superman puede parecer una humorada inocente, lúdica, festiva o nostálgica. Pero en realidad revela un campo profundo de significaciones, ideologías y patologías culturales. No se trata sólo de un simple disfraz, es una semiosis compleja, una forma condensada de interpelación ideológica, un síntoma del orden simbólico del capital que proyecta, reproduce y naturaliza ficciones de poder, salvación y superioridad. Supremacismo.

Superman no es simplemente un personaje. Es un dispositivo emblemático de la industria y la guerra cultural estadounidense, un signo hegemónico de salvación individualista, una máquina narrativa que encarna la lógica del mesías armado con super-poderes, invulnerable y externo al mundo. Con el disfraz se crea una de piel ideológica que algunos sujetos adoptan no sólo para jugar, sino para vivir imaginariamente, un rol que compensa angustias, frustraciones o impotencias reales. En el corazón de ese acto se tejen relaciones patológicas entre el deseo, el poder y el sentido. Un héroe fetiche semiótico

Superman, creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster, apareció en el contexto de la Gran Depresión estadounidense. Su invención no es neutral: aparece como respuesta semiótica a un mundo convulsionado, con masas empobrecidas y poderes políticos débiles. Desde el inicio, el personaje encarna una solución mágica: alguien que, sin necesidad de procesos colectivos, resuelve conflictos con fuerza sobrehumana y moral incuestionable. El "hombre de acero" se convierte así en un operador semiótico de la ideología dominante: Promueve el culto a la fuerza física como vía de justicia. Refuerza la mitología del individuo redentor que actúa por fuera del Estado y del pueblo. Esconde su identidad tras una máscara de "normalidad" burguesa (Clark Kent, periodista).........

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