Nueva orientación geoestratégica de Rusia sacude a occidente
¿Hacia dónde avanzan los hechos internacionales? ¿Qué es lo que realmente está ocurriendo con el sistema capitalista? Son interrogantes que hoy resuenan en el mundo. Ciertamente, el acontecer geopolítico mundial es sinuoso. Estados Unidos no puede ingresar a Irán, incluso, habiendo concluido que Rusia y China no iban a responder cuando ocurriera su ataque contra aquel país.
Cierto, tras la conclusión del pentágono que Rusia y China no iban responder a su asalto a Irán, que de facto implicaba un cierto grado de colusión entre Estados Unidos y China, cualquiera pudo haber entendido que entonces todas las preocupaciones de la burguesía estadounidense habían quedado resueltas e incluso, podían haber imaginado que, si había colusión entre Estados Unidos y China, entonces Rusia también habría terminado alineada a aquella colusión. Pero no fue así. Estados Unidos ha seguido con mayor fiereza con la desestabilización mundial y sus criminales complots. Esto indicaba que algo fallaba.
Estados Unidos, después de haber mandado a asesinar al paramilitar ruso, ALEXIE NAVALNY, a fin de hacerle un cargamontón informativo a Rusia, ha seguido vetando en el Consejo de seguridad de la ONU las resoluciones de alto el fuego en Gaza (20 de febrero de 2024), continúa ensañándose con Siria (21 de febrero de 2024 ha lanzado misiles a un barrio residencial de Damasco) y sigue con sus bombardeos en el estrecho de Bab al Mandeb contra Yemen. Esto indica, de acuerdo al análisis geopolítico, que algo anda mal y/o alguien no está completamente de acuerdo con el proceder estadounidense y, por lo que el conflicto geopolítico sigue empantanado.
Ciertamente, la burguesía estadounidense al menospreciar el poderío de Rusia, últimamente estaría enfrentando a enormes dificultades. Sobre esta base ahora se impone en mis análisis dos tesis acerca de la nueva dinámica del sistema capitalista: primero, la existencia de colusión entre las burguesías de China y Estados Unidos, aunque no plenamente confirmada. Y segundo, ante un fuerte hostigamiento del viejo ejército estadounidense, el deslizamiento de Rusia hacia una nueva geoestrategia que estaría obligándolo a rechazar las ambiciones geopolíticas de la burguesía estadounidense, que en el fondo serían las causas del retraso de su zarpazo sobre Irán e incluso estarían aclarando que aquella ambición estadounidense definitivamente sería irrealizable.
Con esto el poder mundial estaría deslizándose a una dualidad en medio de la colusión de las burguesías de Estados Unidos y China con grave riesgo de que el mando podría volver a Washington. Esto siempre en cuando ocurriera el golpe sobre Irán. Por lo pronto en China hay incapacidad de mantener su poderío alcanzado en 2014 esperanzándose solo en los resultados de la evolución política que recientemente está abierta (2022 para adelante). Entre tanto Rusia estaría elevándose como una gran fuerza geopolítica por ser hasta el momento la primera potencia militar del mundo. Sin embargo, todo esto estaría imponiéndose siempre bajo presión de la paridad estratégica que impide por el momento una confrontación frontal, lo dije mil veces.
Tratemos de explicar esto:
I.- Los grandes reajustes del sistema capitalista en su segunda fase
Empiezo este análisis, para una mejor visión de la nueva situación mundial, observando el itinerario seguido por la burguesía estadounidense desde 1945 hasta la actualidad (2024). No olvidemos que en 1953 se estableció la paridad estratégica. Para esto tengo aquí a la mano un brevísimo cuadro de los reajustes del poder mundial (reestructuraciones capitalistas) precisamente desde aquel año (1945) trabajados en un artículo anterior, aquí mejorado con algunos datos más.
I.- De 1945 hasta 1991. Después del final de la Segunda Guerra Mundial se instala en el mundo una dualidad de poderes, en un primer momento, Estados Unidos como máxima potencia capitalista y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que en aquellas circunstancias históricas conformaba el sistema socialista y, luego, en un segundo momento, tras la restauración capitalista en la URSS en 1956, sigue la dualidad de poderes entre Estados Unidos que sigue siendo la máxima potencia capitalista y aquella ex URSS a partir de entonces como una potencia social imperialista. Esta dualidad de poderes termina en 1991 cuando implosiona esta ex URSS. Por otra parte, es necesario tener en cuenta siempre, que en este periodo de 1945-1991 hubo dos hechos sumamente importantes que han afectado los poderes mundiales: primero, lo que arriba hemos señalado, la restauración capitalista en la URSS en 1956. Segundo, también la restauración capitalista en la China roja de Mao, tras su muerte en 1976. Por supuesto a pesar de la paridad estratégica los imperialistas estadounidenses han desatado cruentas agresiones contra pueblos desarmados a fin de someterlos e incautar (robar) sus riquezas naturales, esto incluso empezó en 1950-1953 contra el pueblo coreano, luego, Vietnam (entre 1955 y 1975), Camboya (1970).
II.- De 1991 hasta 2010. Después de la implosión de la ex URSS, se abre un periodo de dominio y hegemonía total de la burguesía estadounidense. Aquí no hablo de un mundo unipolar, sino, de la hegemonía de la burguesía estadounidense. Aquello del "mundo unipolar", es solo para encubrir la dura opresión imperialista. El análisis marxista desecha esta teoría. A inicios del nuevo milenio, Estados Unidos preocupado por la trascendencia de la paridad estratégica y el alzamiento de las economías asiáticas, termina sus discusiones, primero, acerca de la imposición del fascismo en Estados Unidos y, segundo, acerca de su visión de considerar a Oriente Medio como la región más estratégica del planeta (por el asunto de las energías fósiles), tras los cuales marcha hacia la región oriental del planeta (autoatentado de las Torres Gemelas, 11 de septiembre de 2001) a fin de contener el ascenso económico capitalistas de los países asiáticos en particular de China y hundir definitivamente a Rusia. En efecto en 2008 se inicia la gran crisis capitalista que luego en 2010 lleva en un primer momento a la bancarrota la economía estadounidense y, luego, a la implosión de su hegemonía mundial. Las agresiones contra los pueblos en este periodo son, la balcanización de Yugoslavia (1992), sus masacres en Somalia (1993), ocupación de Afganistán (2001), Iraq (2003).
III.- Del 2010 hasta la actualidad (2024). Es la época del consenso de Pekín. China observa el mundo desde arriba. Esto se clarifica en 2014 cuando ese año se instala en el mundo una nueva estructura económica del sistema capitalista encabezada por China. Estados Unidos había sido desplazado a un segundo lugar. Aproximadamente en 2010, este país habría establecido a Irán como el centro de sus preocupaciones en Oriente Medio. Esto ocurre después de sus agitaciones tras la caída del Sha, Mohammad Reza Pahlavi (16 de enero de 1979) y la guerra que casi de inmediato se inició entre Irán e Irak (22 de septiembre de 1980 al 20 de agosto de 1988). Irak, como se sabe, en 2003 ya estaba bajo su control. Irak tampoco no es cualquier país, es una potencia petrolera. Ojo con esto.
Pero, profundizando el análisis de este periodo, del 2010 a la actualidad (2024), podemos concluir en la existencia de cuatro subperiodos: primero, de 2010 a 2014, un subperiodo de dualidad de poderes entre Estados Unidos y China. Segundo, de 2014 a 2016, se inicia cuando China empieza a tener un fuerte protagonismo en la economía mundial que en lo inmediato lleva a ambos países (Estados Unidos y China) a una lucha palmo a palmo en la economía, algunos hablan de una nueva "guerra fría" (Estados Unidos empieza con sus sanciones económicas) y concluye a finales de 2016 cuando se quiebra la estructura del dominio imperialista occidental. Tercero, de 2016 hasta 2022, está casi totalmente aclarado el nuevo poder mundial bajo batuta de China. Cuarto, de 2022 a 2024 (actualidad), por la enorme importancia que viene asumiendo desde el año 2022 una importante evolución política en el sistema capitalista, se ha podido establecer a esta parte que corre entre 2022 y 2024 como un subperiodo que empieza a fortificar la nueva estructura económica capitalista y sus estructuras políticas, es decir, el nuevo poder mundial bajo batuta de China y la fuerza económica y militar de los BRICS. Sus agresiones contra los pueblos en este periodo son: Libia (2011), Siria (desde 2011 hasta la actualidad), Yemen (desde 2014 bajo disfraz de Arabia Saudita), Ucrania (desde 2022 el pentágono sostiene a sus secciones paramilitares contra Rusia), actualmente genocidio en la Franja de Gaza bajo disfraz del sionismo israelí.
II.- Los entresijos que envuelven la actual geopolítica mundial
El sistema de producción capitalista está en un proceso muy grave de agotamiento. Como sabemos el sistema de producción capitalista se basa en la propiedad privada sobre los medios de producción, cuyo proceso de realización avanza en medio del caos productivo empujada por la desenfrenada competencia entre burguesías por obtener mayores cuotas de ganancias. El capitalista está desesperado por aumentar sus cuotas de ganancia o por lo menos de mantenerlas. En ese proceso realiza sus mayores esfuerzos de inversión en nuevas maquinarias y nuevas tecnologías de producción (capital constante) y por supuesto se apresura en disminuir los salarios del proletariado (capital variable) ahondado así la opresión capitalista. Sin embargo, con este proceder lo único que logra es elevar la composición orgánica de capitales, con lo que origina un descenso de sus cuotas de ganancia, que a la larga se convierte en la Tendencia Decreciente de sus Cuotas de Ganancia. Esta es una ley del sistema de producción capitalista analizada por Marx y está completamente vigente en la actualidad. Nadie, ni los keynesianos ni los neoliberales han podido rebatirlos. Esto es irrebatible. El análisis de Marx ciertamente es científico.
La tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalista empieza a ahondarse aproximadamente a partir de los años setenta del siglo pasado (siglo XX) que lleva al sistema capitalista a un estado anémico de acumulación y reproducción y, a un claro desfase en la continuidad de su actual ciclo económico largo de crisis que últimamente lo ha conducido a una coyuntura crucial de entrampamiento histórico que lo agobia e imposibilita su avance. En este proceso las viejas y nuevas burguesías occidentales y orientales, no tuvieron otra opción que acentuar las injustas y caducas relaciones sociales de producción, sus inversiones tomaron primacía hacia los materiales de guerra, lo que en el fondo fue un verdadero freno a la marcha normal de las fuerzas productivas. Cierto esto ha venido desde ciclos económicos anteriores, pero, desde 1973 se acentúa fuertemente por la presencia de la paridad estratégica que luego lo ha conducido a un proceso muy grave de agotamiento. Se trata simple y llanamente, de un serio agotamiento del modo de producción capitalista con su hito más alto, la bancarrota económica de Estados Unidos que en estos últimos años (2020-2024) se ha vuelto muy clara, incluso aceptado por los propios presidentes de aquel país (Donald Trump, en 2017 y Joe Biden, en 2021).
Consiguientemente, en este proceso se vio afectada la ley de la correspondencia necesaria entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas. Se entiende que el desarrollo de las fuerzas productivas ha sido constante e inevitable. La marcha de las sociedades ha sido de acuerdo a estos ímpetus de las fuerzas productivas. Pero el encadenamiento del normal desplazamiento de las fuerzas productivas por las caducas relaciones sociales de producción lo llevan necesariamente a la rebelión de las fuerzas productivas.
Esto se complica aún más cuando la contradicción entre la producción social y la apropiación privada capitalista se vuelve cada vez muy grave e insalvable.
Entonces, el enorme desarrollo tecnológico alcanzado hasta aquí no es capaz de cerrar la fase depresiva iniciada en 1973 porque en su mayoría aquellos solo están orientados hacia la industria militar (espionaje, industria propagandística y en general a la carrera armamentística.) y de forma muy mínima a la industria de la producción (esto es incluso en China que ya debe estar saturándose con la sobreproducción de mercancías y la sobreacumulación de capitales), una de las razones que impiden que la gran fase depresiva iniciada en 1973 pueda cerrarse, más por el contrario ha ido alargándose e incluso originando un grave languidecimiento en la economía mundial.
Aquí algunos de esos adelantos tecnológicos: Inteligencia artificial, teléfono inteligente, computación cuántica, la batería de litio, los sistemas de reconocimiento facial, impresoras 3D, computación neuromórfica, el código QR, BDS, el GPS chino, los misiles hipersónicos rusos y chinos, el motor de hidrógeno, etc.,
Por otra parte, hasta la Segunda Guerra Mundial las burguesías podían solucionar sus crisis económicas guerreándose frontalmente entre ellos, pero, después de aquella conflagración, que por cierto abrió un ciclo económico largo de prosperidad que empezó en 1945 y duro hasta 1973, apareció el armamento nuclear que se convirtió en un disuasivo que impedía cualquier confrontación frontal entre burguesías estableciendo la paridad estratégica. Entonces la solución al estilo de las burguesías de la actual grave crisis económica mundial quedó momentáneamente paralizada.
Cierto, hasta aquí (2024) la destrucción de fuerzas productivas y exterminio de poblaciones (genocidios), ha sido monstruosa. El único responsable de todos estos crímenes ha sido el ejército estadounidense que desde el 11 de septiembre de 2001 (auto-atentado a las Torres Gemelas), como hemos explicado más arriba, está orientado hacia las guerras de agresión contra naciones y pueblos inermes, so pretexto de la contención del ascenso económico de China.
Pero, el ascenso económico de China y los países capitalistas asiáticos ha sido continuo. Desde el 2014 cuando emerge la nueva estructura económica del sistema capitalista China se ubica encima de Estados Unidos, en el primer puesto.
Las graves provocaciones estadounidenses, el reajuste capitalista, la carrera armamentística, arrastradas por la evolución económica capitalista (el evolucionismo económico, aun siendo tal, es movimiento) y enfrentados con la paridad estratégica, han originado desde finales de 2016 un grave impasse y entrampamiento geopolítico mundial y recientemente (2022) de acuerdo a como corren los hechos mundiales han dado como resultado la evolución política que tiende a reforzar el nuevo poder mundial que está alzándose en el sistema capitalista encabezada por China.
Entonces la burguesía estadounidense se impone tres objetivos centrales a fin de salir de esta inicua situación. No olvidemos que es la burguesía que ha perdido poder (implosión de la hegemonía mundial). Aquellos objetivos eran los siguientes: frenar el ascenso capitalista de China, hundir económica y militarmente a Rusia, también hundir económicamente a Europa.
En el logro de estos objetivos había tramado en un primer momento la "lucha antiterrorista" (2001, autoatentado a la Torres Gemelas), luego, asimila su estrategia de provocaciones y nada más que provocaciones (2010). Recientemente, 2020 para adelante jugándoselas el todo por el todo, avanza con su estrategia sanguinaria de los complots luego de haber asimilado la importancia geoestratégica de Oriente Medio (Asia Occidental) para empujar el mundo a la desestabilización a fin de controlar por completo aquella región (Oriente Medio) tomando por asalto Irán. En eso estamos en estos momentos.
III.- La trascendencia de la paridad estratégica
Es muy importante tener la debida claridad de lo que significa la paridad estratégica en la actual coyuntura mundial. Ante todo, se entiende su elevada trascendencia en la marcha de los acontecimientos internacionales, por lo que deviene en lo central de la actualidad mundial.
Cierto, la gran crisis económica es muy grave que debió haberse solucionado tal como era el estilo de las burguesías hasta la Segunda Guerra Mundial, es decir, con las confrontaciones frontales entre sus fuerzas. Pero, desde 1953 existe la paridad estratégica (armamento nuclear, disuasivo) que impide por el momento aquella confrontación frontal.
Entonces ahora las burguesías están aprisionadas y tensionadas por dos fuerzas:
Primero, por la crisis económica que los afecta (tanto a las burguesías occidentales y orientales) y los trata como si fueran simples marionetas. La actual gran crisis económica está envuelta en un prolongado ciclo depresivo que viene desde 1973 con unas burguesías altamente parasitarias y en el curso de la segunda y última fase del sistema capitalista.
Y, segundo, por la paridad estratégica. El armamento nuclear de hidrogeno es el máximo explosivo creado hasta ahora por el hombre. Por sus enormes consecuencias destructivas, es considerado un armamento disuasivo que, aunque los criminales estadounidenses hayan utilizado el armamento nuclear de fisión, no de fusión, para "quemar" a los pueblos de Hiroshima y Nagasaki (Japón), el armamento nuclear de fusión también llamado armamento nuclear de hidrogeno, "Bomba H" (nunca fue utilizada en ningún conflicto) no puede ser utilizado como arma de combate. Consecuentemente es un armamento que frena la conflagración mundial (Tercera Guerra Mundial) y con ello impide la solución de las contradicciones inter-burguesas al estilo de las burguesías (con guerra frontal entre las máximas superpotencias) y, en las actuales condiciones históricas alarga la fase depresiva en que se encuentra el sistema desde 1973 y finalmente conduce a una fenomenal acumulación de las contradicciones inter-imperialistas que lógicamente con el tiempo crea una verdadera bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento si las burguesías no saben resolver sus contradicciones. Conjugándose con la gran crisis económica zarandea terriblemente a las burguesías.
Pero, en concreto la paridad estratégica es una variable, como lo hemos señalado más........
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