menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Mirando al mundo en un bamboleo extraño. Trump no está borracho ni loco, pone a EEUU a la defensiva

10 1
previous day

El mundo, ese del inmenso espacio que llaman sideral, guarda muchos "misterios" y, la causa de ello es porque, es demasiado grande, profundo y hasta nos queda como muy alto. Quizás, como dijo Ciro Alegría, porque "El mundo es ancho y ajeno" o "realengo", como decíamos en nuestro lenguaje coloquial, derivado del supuesto derecho de la realeza española sobre todo lo existente en el mundo americano. Y por ser realengo, como el ganado "sin dueño", o las piezas de cacería, corre por la sabana, se esconde y escapa.

Las viejas culturas, esas en las que nuestra escuela puso demasiado empeño que estudiásemos, como las del antiguo Egipto y el mundo griego, sirvieron para que nosotros pensáramos como ellos, dado que Europa misma, nos impuso la idea que, en ellas, estaban, si no todas, sí casi todas las respuestas acerca del origen del mundo y de la vida de las especies todas, hasta el hombre. Los griegos llenaron su mundo de dioses; uno para cada cosa y, a falta de estos, dado un momento o demanda más urgente, pusieron a los oráculos, unos tipos que lo sabían todo y que, como la inteligencia artificial de ahora tenían la respuesta "apropiada", la que buscas o deseas.

Hace unos cuantos años leí un trabajo de Jean Paul Sartre, en el cual el insigne pensador y hasta narrador francés, escribió una frase que se hundió en mí como una daga afilada y llegó hasta los pies, "La dialéctica es totalizadora, hasta se totaliza así misma". Tanto que puede capturar y explicar un error que se le atribuye a ella. Bastantes hay, hasta Marx los cometió, como creer que Bolívar fue un agente ajeno al acontecer, al mundo real, que estorbó el natural desarrollo de los acontecimientos.

La cita de Sartre, es de memoria y de una lectura de hace muchos años, que en un viejo de "87 años y dele", como decimos coloquialmente, son bastantes. Pero la dialéctica, empezando como los griegos mismos, con Heráclito, dando un salto para aterrizar en Hegel, a quien estudié con el insigne maestro Federico Riu y de allí a Marx, con su agregado materialista a los factores del movimiento, no está determinada por el pensamiento humano, sino por la vida, que lo es todo; el inmenso espacio y todo lo existente en él. Y esa vida, por las razones que, volviendo a Sartre, totaliza la dialéctica, está en constante movimiento. Imaginar que el mundo, la vida se mantendrá eternamente en lo mismo, repitiendo mañana lo de hoy, pese a la simple vista lo parezca, es ajeno a la verdad.

Al estudiar a los griegos en nuestra escuela, les percibimos rodeados de dioses, como Atenea, diosa de muchas cosas, como la guerra. Y Tetis, la madre de Aquiles, el "de los pies alados", mitad dios y mitad hombre. Y en la prolongación de la escuela, otra escuela, la iglesia, empezando por la casa, nos enteramos de la existencia y "el poder de Dios"; un dios que se vino de Europa........

© Aporrea