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La tristeza de la invisibilidad. Mi biblioteca infestada y la de Eleazar Díaz Rangel

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02.09.2024

Eleazar Díaz Rangel, por razones de salud y prescripción médica, se vio obligado a buscar a quién donar su biblioteca. Nada más lógico que pensar, en primer término, en la Biblioteca Nacional. Siendo el notable periodista además una figura importante, sin que duda me quede, lo más natural era o es pensase que esa institución diese albergue y uso a sus "casi 4000 libros", según su propia cuantificación. Problemas pulmonares, según él mismo confesó en artículo escrito a propósito de ello, le hacían poco recomendable un ambiente lleno de libros, supuestamente polvo, hongos y hasta alguna otra cosa nociva que en ese mundo o ambiente se acumula.

Eleazar, como dijo él mismo, seleccionó unos cien libros –creo fue esa la cifra que mencionó, aunque pude haber imaginado yo- de esos que cada uno de quienes coleccionan libros y necesitan para apoyarse y hasta distraerse, según los gustos, para decirlo de manera simple, nunca se desprenderían. Por ejemplo, ahora ahora tengo en la mano, un muy flaco libro, calificado así por las pocas páginas que tiene, de Salvador de La Plaza, titulado "La Formación de las clases sociales en Venezuela", del cual no me desprendí ni me desprendo, pues me sirvió después, por mi empeño, para hallar respuestas a muchas interrogantes y opciones ante los vericuetos de mi camino. Pues reconozco que él, Salvador de la Plaza, dejó una huella que muchos seguimos, para entender muchas cosas.

Yo, un simple mortal, también me vi en la necesidad de hacer lo mismo que Eleazar, en cuanto a eso de deshacerme de unos cuantos libros. Pero, para fortuna mía, no por razones de salud y por supuesto menos prescripción médica, sino porque llegué a la conclusión que esa enorme cantidad de libros que había reunido durante largos años, haría un gran bien en otro u otros sitios. Nada hacían en mi biblioteca. Pues no estaba en mis planes hacer uso de ellos y al conocimiento es malo ponerle freno o enjaularlo. Entonces hice, como ya dije, lo mismo que Eleazar Díaz, seleccioné una cantidad, creo que la misma o simplemente esta fue la mía y ahora yo se la atribuyo a él por pura comodidad. Por cierto, entre los libros que decidí siguieran a mi lado, además del ya nombrado de Salvador de la Plaza, está uno sobre la "Historia del........

© Aporrea


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