Comunismo y multipolaridad
Hace años que escribí acerca de la hermosa palabra “comunismo”. Para muchos, sigue siendo el coco, la representación perfecta de Satán gobernando la tierra. Habiendo caído los regímenes soviéticos y muchos de aquellos que eran sus satélites, hoy nos restan -como ejemplos a seguir- los regímenes del socialismo nacional: China, Venezuela, Cuba, por lo menos, son ejemplos de naciones socialistas y ejemplos de resistencia antimperialista y de construcción de una nueva sociedad socialista en el marco de una Patria: “Patria o Muerte”, nos decía el Comandante. Tal ejemplo de naciones o patrias resistentes es, en sí mismo, una bofetada en la cara a quienes se dicen izquierdistas o comunistas y desprecian, paradójicamente, a los pueblos a quienes desean emancipar, un desprecio hacia las Patrias en nombre de una abstracta -más bien masónica- “Humanidad. Mi visión pluralista y multipolar sólo entiende el socialismo en clave nacional, en clave de pueblos solidarios.
Empleando los términos y concepciones del pensador ruso A. Dugin, los regímenes mencionados arriba no son meramente encarnaciones de la “Segunda Teoría Política”, supuestamente enterrada entre 1989-1991 (caída del Muro, caída de la URSS). Los regímenes socialistas de China, Venezuela y Cuba son, más bien, como madres parturientas de una Cuarta Teoría Política, en la cual el Pueblo (el Sujeto o Dasein, para Dugin) se hace dueño de sus destinos. El proletario sí tiene Patria, y en su lucha revolucionaria no arriesga por una Patria egoísta y por un socialismo selectivo: lucha contra un Imperio hegemónico que destruye a la humanidad y que reconoce las diferencias religiosas, culturales, los valores tradicionales y todo cuanto el capitalismo había deformado y desbaratado.
Aquellas dictaduras del llamado “socialismo real” no avanzaron hacia el........
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