menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Integrar la atención social y la atención sanitaria

3 1
24.02.2025

Cuando se nos diagnostica una enfermedad iniciamos un itinerario por una serie de espacios sanitarios que posiblemente nunca hemos pisado. Imagínense cualquier problema agudo que aparece de repente. A lo mejor visitamos el centro de salud por primera vez. En la mayoría de los casos el equipo de Atención Primaria puede cuidar de ese problema bien sea más leve o siendo más grave (para aquellos que cuestionan la Atención Primaria: un estudio noruego del 2022 señala que tener la misma médica de familia disminuye la mortalidad un 30%. Aquello que parecía de otra época de “es que es mi médica la que sabe lo que tengo y lo que estoy tomando” sigue siendo una de las herramientas más potentes que tiene nuestro sistema sanitario público para garantizar más supervivencia de nuestra población).

Pero sigamos con el ejemplo. En algunos problemas de salud quizás tengamos que visitar otros espacios además de la consulta de nuestra médica o enfermera de familia. El itinerario que seguimos, el número de espacios que se visitan y la información que vamos recibiendo puede ser diferente según la complejidad de nuestra enfermedad. Imaginen o quizás no les haga falta imaginar porque ya han sido protagonistas de algún ejemplo de los siguientes: una gripe sin complicaciones que mejora en siete días; una lumbalgia importante que nos deja inmovilizados durante dos semanas, pero va bien; una sospecha de ictus al caerse en casa y perder fuerza en la mitad del cuerpo; una sospecha de cáncer o un diagnóstico de ELA o de alzhéimer.

El primer mensaje, la primera imagen que quisiera transmitir es la de personas que antes estaban en la calle, sentadas en un parque tranquilamente con nuestros hijos y ahora comienzan a pasear por espacios diferentes. Y se golpean. No es fácil quitarse la ropa, ponerse un camisón que te........

© 20 minutos