El privilegio muy singular
En política, pocas cosas hay más tentadoras que llamar singularidad a un privilegio. Y eso es exactamente lo que está ocurriendo con la llamada financiación singular para Cataluña, un eufemismo bien empaquetado que, en realidad, es un concierto económico encubierto. Lo que antes se criticaba como insolidario ahora se reinventa con otro nombre, y lo peor es que es un truco que conocemos todos.
La idea es simple, aunque políticamente indecente: Cataluña recaudará todos sus impuestos, decidirá cuánto se queda y luego negociará cuánto aporta al resto de España. Un sistema a la carta, al estilo del País Vasco y Navarra, pero sin tener siquiera la cobertura de los llamados derechos históricos forales. En otras palabras: un cupo........© 20 minutos
