Los peligros de la calle
Salir a la calle para combatir el aburrimiento de la tarde calurosa puede ser un error fatal: en la calle también hay calor y aburrimiento, y además está llena de peligros. Yo solo quería tomar una caña, pero en la terraza me topé con un conocido que me llamó alzando el brazo y con una sonrisa excesiva, casi violenta. Digo conocido, y no amigo o compañero, porque es uno de esos individuos que la vida pone demasiadas veces en tu camino, en demasiados sitios, sin que sepas por qué, por alguna ley misteriosa del tráfico social o por alguna prueba esotérica que no acabas de comprender.
Con una confianza injustificada, me contó que siempre ha vivido acomplejado por su falta de carisma. Sus padres juran que nació haciéndole un corte de mangas a la matrona y al mundo, y mirándolos a ellos con desprecio. Pedimos la segunda cerveza. De niño jamás dio un beso. Cuando los........
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