Nos han pillado desprevenidos. Y no me refiero solo al fuego. Es decir, nos han pillado como siempre. Aunque esta vez es algo peor: estamos desprevenidos y además enfrentados y chamuscados entre nosotros. A los españoles nos van los rifirrafes, las discusiones acaloradas en bares y restaurantes, pero desde hace unos años andamos más rotos y desavenidos que nunca. Unos dicen que es por el famoso muro que ha creado Sánchez para dividir a la sociedad y provocar tensión; otros creen que la causa es nuestra idiosincrasia levantisca que siempre nos acompaña.

Sin embargo, si leemos la prensa y escuchamos la radio descubrimos que los españoles estamos amuermados, que somos unos muermos de tomo y lomo y estamos apáticos, sin reacción. Eso dicen los medios de información porque según parece los ciudadanos de hoy día se lo tragan todo y no reaccionan ante las desdichas ni las corrupciones; que con la que está cayendo en la política nacional y en la vida social aquí nadie protesta ni se manifiesta. No se trata de que ardan las ciudades,

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