“La angustiosa realidad es que la vida cotidiana del ser humano se halla atrapada en un complejo inexorable de opuestos…La vida es un continuo campo de batalla. Siempre lo ha sido y siempre lo será” Carl G. Jung.

Bajamos de la escalera del avión en donde los únicos ocupantes éramos nosotros dos y un muerto en un sarcófago de pino, ya esta imagen sería típica de una película surrealista, pero nosotros, aguantamos estoicamente un viaje así.  Al final de la escalera dos guardias nos aguardaban junto a dos hombres de mediana edad, el aeropuerto parecido al de San Tomé, en Anzoátegui.

Uno de los hombres nos habló en perfecto español presentándose “soy Niko Revi su traductor” y señalando al otro hombre, “es el vice ministro de relaciones exteriores de la República Popular de Albania, sean bienvenidos”. Así comienza esta película de recuerdos. ¡Quién lo diría! 18 años y, junto a José Bonilla, representábamos a Bandera Roja, los dos primeros venezolanos que tocaban suelo albanes. Hoy, lejano ese momento, como las expectativas e ilusiones que albergábamos. No tuvimos tiempo de darnos cuenta de la sucesión de eventos que nos habían llevado ahí. La vida que te mueve y yo pensando que soy el que me muevo.

De repente nos encontramos en una sociedad con pocos carros, muchos en bicicleta, y hasta se respiraba la pureza revolucionaria y en donde los únicos que teníamos bigotes éramos nosotros dos. Todos apenas nos veían sabían que éramos “camaradas marxistas-leninistas extranjeros”.

Nunca entendí verdaderamente qué fenómeno o proceso socio cultural provocó esta costumbre de no usar bigotes ni barba. ¡Sólo los clásicos del marxismo podían usar barba!

Sin duda la visita era de reconocimiento, más para el lado albanes que para nosotros. Y si bien recuerdo estábamos en pleno problema entre albaneses y chinos. Y nosotros estábamos con los albaneses “verdaderos marxistas-leninistas” y en ese momento contra los “revisionistas chinos” que conjuntamente con los........

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