En marketing digital, atraer visitas es importante. Pero convertir esas visitas en clientes lo es todo. Una estrategia SEO o SEM que no logra transformar el tráfico en acciones concretas (compras, formularios completados, llamadas, suscripciones) está dejando escapar valor. Por eso, cada vez más empresas están poniendo el foco en la conversión como el verdadero indicador de éxito.

Ya no basta con aparecer en los primeros resultados de Google ni con tener campañas activas en buscadores o redes sociales. Lo que importa es que esas acciones generen negocio. Y aquí es donde entra en juego el performance marketing con un objetivo claro: maximizar el retorno de cada euro invertido.

Si tienes una tienda online, la prioridad es clara: vender. Pero el camino no se limita a poner productos en la web y esperar que lleguen los pedidos. Hay que atraer tráfico cualificado, guiar al usuario en su navegación, ofrecer confianza y cerrar la venta. Y después, lograr que ese cliente repita.

En los negocios centrados en la generación de leads........

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