Son tantas la pruebas de que el señor X, es el jefe de la organización criminal y que está erosionando las instituciones, cargándose el estado de derecho y vulnerando los derechos y libertades del pueblo español, que antes de la definitiva destrucción de España, la Sala Segunda del Tribunal Supremo, órgano jurisdiccional competente para juzgarlo, debe citarlo como imputado, pedir el suplicatorio al Congreso de los Diputados y, a continuación como medida cautelar, ordenar su ingreso en prisión preventiva hasta que se celebre el juicio oral.

No solo puede destruir pruebas, también puede huir a la República Dominicana, a Venezuela, o a Marruecos.

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