Pequeñas f(r)icciones: Los chifladitos
Antauro Humala está vestido como Lucas Tañeda, el personaje de la secuencia “Los chifladitos” de Chespirito. Frente a él, Pedro Castillo, que lleva la ropa de Chaparrón Bonaparte, lo mira con curiosidad. En ese momento, el líder etnocacerista se inclina ligeramente hacia el expresidente.
—Oye, Pedro, ¿sabías que la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos?
—¿Que tú y yo estamos locos, Antauro?
—Figúrate.
—No hagas caso. A la gente le gustan los chismes y los billetes de 100 dólares.
—Estás en lo cierto.
—En realidad, estoy en la cárcel.
—¿En la cárcel, Pedro? ¿Y hasta cuándo vas a estar aquí?
—Hasta que me dejen salir. Ni un minuto más.
—Haces muy bien, Pedro. Yo también estuve en prisión y no me gustó. Claro, tenía sus cosas positivas. Nunca me cobraron ni la comida, ni la luz, ni el agua. Pero lo que más me sorprendió es que no me cobrarán el Internet.
—¿Tenías Internet?
—No. Solo que sea por eso que no me cobraron.
—Es posible. Yo no me puedo quejar.
—¿Te tratan muy bien?
—No es eso, Antauro. Es que tenemos prohibido quejarnos, hacer escándalo y alimentar a los animales.
—¿Tienes animales aquí?
—No. Mejor, porque no puedo alimentarlos.
—Estás en lo cierto.
—En realidad, estoy con sueño. No puedo dormir bien.
—¿Y has probado contando ovejas?
—Lo haría, pero no son de mi confianza.
—¿Y eso qué tiene que ver?
—Es que no puedo contar con ellas.
—Pero, Pedro, podrías contar cualquier otra cosa.
—Eso mismo pensé.
—¿Y qué cuentas?
—Ahí, bien, ¿y tú?
—Yo estoy un poco molesto. En el supermercado me compré una caja de imperdibles y llegando a mi casa se me cayeron todos al suelo.
—¿Y qué pasó?
—Se perdieron........
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