Querella de verano
julio 31, 2024julio 30, 2024 Vehículo que traslada al juez Juan Carlos Peinado a La Moncloa para tomar declaración al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. - EFE/ Mariscal
En general, la justicia española da bastante repelús, también bastante lástima. No me refiero sólo a esas sentencias chiripitifláuticas donde elevan una pelea de bar al delito de terrorismo o donde condenan a seis trabajadoras por ejercer derechos sindicales básicos. Hablo ya simplemente de las formas, de esas salas que parecen aulas de colegio y donde jueces, abogados y fiscales se sientan a dirimir el destino de un procesado como si estuvieran en una reunión de profesores. Se entiende que los magistrados británicos usan peluca en señal de la dignidad y el respeto que les merece su cargo; aquí hay jueces que deberían llevar montera, como los toreros, o bien una gorra con los colores de su equipo de fútbol favorito o del partido político que los patrocina.
Más allá de la miseria de las localizaciones, tampoco hay muchas oportunidades de armar dramas judiciales serios al estilo de esas grandes superproducciones de Hollywood,........
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