De cuando Graupera conoció a Fidel
Cuando Fidel llegó la noche de aquel 17 de enero a Pinar del Río, Arnaldo Graupera tenía apenas 29 años. El joven periodista contó a varios colegas de la prensa mucho tiempo después que no había comido nada en todo el día y tampoco había tomado agua para no perder su ubicación en la tarima improvisada sobre una rastra en la que hablaría el Barbudo.
Serio, como fue siempre con su trabajo, incluso después de su jubilación, Graupera entendió que su misión allí era perpetuar en una revista Sol un saludo del puño y letra de Fidel para los pinareños. Y lo logró.
Ese era el encargo que tenía del director de la publicación. Justo antes de que se escuchara por el audio el «¿Se oye, se oye?», de Fidel, Graupera le extendió la revista que el líder revisó. Leyó en ella un reportaje sobre la captura de un esbirro y escribió: «Un saludo a los pinareños a través de la revista........
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