Un Creador con mayúsculas
Fue un gran acierto del jurado elegir a Miguel Barnet para este Premio tan trascendente.
Más allá de la labor que ha hecho por nuestro patrimonio desde la Fundación Fernando Ortiz, desde la colección La Fuente Viva, desde la Unesco, desde el Comité Internacional La Ruta del Esclavo, más allá del respaldo que ha dado al Museo del Castillo San Severino, al Proyecto Timbalaye y a todas las iniciativas destinadas a la salvaguarda del patrimonio material e inmaterial de la nación, hay que decir que toda la obra de Miguel, absolutamente toda, ha estado encaminada a salvar y a promover la memoria histórica y cultural de Cuba.
La vocación de Miguel por nuestra memoria no es algo colateral, no es un añadido a su trabajo intelectual, no es un atributo más, todo lo contrario: es algo central, determinante, en su modo de ver la vida, la cultura y la patria.
Aparte de ser un testimonio novelado........
© Juventud Rebelde
visit website