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Ecosistema criminal

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02.10.2025

Se dijeron ser los que realizarían una gestión pública totalmente diferente. Abusaron de las expectativas de una población que se le engañó bajo la premisa de que sentarían las bases de un gobierno dedicado a atender las necesidades básicas de la población, incluyendo temas de seguridad, y además detendrían la hemorragia de la corrupción. Generaron una base de lemas que según ellos aglutinaban las premisas de lo que sería una forma honesta y diferente de gobernar. “Por el bien de todos, primeros los pobres”; “Abrazos, no balazos”; “No robar, no mentir y no traicionar”; “Ni es Seguro, ni es Popular”; “Que no quede una coma de la Reforma Educativa”.

Todas esas referencias se convirtieron en poco tiempo en la evidencia de un cinismo absoluto pues no solamente no respondieron a una verdadera transformación en la forma de ejercer el poder público, sino una manera en que se encubrirían las verdaderas y obscenas intenciones de quienes querían lucrar a su antojo con el mando del gobierno. En muy poco tiempo se empezaron a conocer las consecuencias de tantas aparentes ocurrencias. Se desnudaron al enseñar que en realidad tenían el compromiso de fortalecer sus vínculos con la delincuencia organizada, que estaban dispuestos a derribar todo lo que tuviere origen en gobiernos previos (sin importar el daño a la población y al país de tales decisiones), que abrieron las puertas para que las fuerzas armadas se metieran de lleno en cientos de tareas y proyectos previamente en manos de civiles, y un apetito insaciable para hacerse de negocios, recursos y operaciones.

El control férreo que se ha venido ejerciendo sobre medios de comunicación y distintos foros provocó que durante todo el sexenio anterior se limitara en forma abrupta el conocimiento y difusión de las irregularidades en el manejo de proyectos y recursos públicos. Aunque los escándalos fueron varios y no menores en cuantía, se restringieron los comentarios y eventualmente se apagaron casi todos los incendios de casos delicados de corrupción. La censura a la prensa libre fue brutal, al punto de que quedaron solamente unos cuantos medios electrónicos con capacidad e independencia suficiente. De milagro sobreviven para decir lo que la maquinaria oficialista niega y elimina de su cobertura mediática.

Pero no contaban con que en este........

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