Sheinbaum: la búsqueda de un poder propio
La historia política está llena de figuras que heredan la silla presidencial de un líder carismático. Esas transiciones suelen ser traicioneras: las comparaciones son inevitables, el sucesor carece de la mística del antecesor y surgen quienes, parientes o colaboradores, considerándose los verdaderos herederos, están dispuestos a disputarle el control. Desde la oposición, todos claman por un manotazo en la mesa y la ruptura.
El expresidente López Obrador dio a la presidenta Claudia Sheinbaum el “bastón de mando” de su movimiento para continuar su “cuarta transformación”. Para muchos existe una relación de dependencia pero, sin duda, Sheinbaum piensa aprovechar todas las oportunidades para construir una base de poder propia, no necesariamente para oponerse a López Obrador o marcar distancia, como muchos desearían, sino para ampliar sus márgenes de maniobra y asegurar la gobernanza del país.
El reto de Sheinbaum es cumplir con el mandato del movimiento heredado con sus propios recursos y sello. Los seis años de su gobierno le dan tiempo suficiente para construir un liderazgo y un proyecto personal partiendo de cinco ejes: equilibrar continuidad y ruptura; crear una base propia de poder y........
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