El mito de la empresa consciente
A inicios de septiembre se llevó a cabo el Encuentro B de Sistema B, una certificación de sostenibilidad otorgada a empresas. El evento fue en Belém, Brasil, ciudad que será la sede para la COP30 en noviembre de este año. Fue un evento empoderador e inspirador, sin duda, ¿pero se puede generar en ese tipo de espacios el cambio que realmente necesitamos? Habló la activista política Lucia Ixchiu y la líder espiritual de un pueblo originario de la zona, Mam’etu Muagliè, en el evento patrocinado por una empresa minera y una multinacional fabricante de golosinas, en nombre de una certificación otorgada a cafés instantáneos desechables. Industrias conocidas por el daño ecosistémico que genera la extracción de sus materias primas, y la falta de derechos humanos y de condiciones dignas en su producción. ¿Los contrastes son una forma de incluir a todos en el diálogo transformador? ¿O simplemente una falta de congruencia que exhibe un discurso insuficiente?
Se aproxima la COP30 y su sede es una ciudad en la que parece que se está preparando una postal. Hay camellones y sitios históricos bajo remodelación para recibir artistas, diplomáticos y las más grandes empresas. Qué bueno que inviertan en un camellón bonito, pero, ¿será que su presencia hace algo por el déficit habitacional de casi 84,000 viviendas? (población de Belém 2.2 millones) [ © Expansión
