Escuchar al president Mas, aprovechar la coyuntura
El aniversario del 9N ha recuperado para la palestra al president Artur Mas. Él era el president entonces y, como tal, el principal artífice de aquella consulta que lo erigió en el altar del soberanismo. El 9N fue un exitazo, lo hizo crecer un palmo y lo cargó de una autoridad que con anterioridad ni tenía ni se le reconocía. Desde aquel mismo día —ahora, sí— ejerció de líder independentista. Transversal. La instantánea que le regaló el líder de la CUP, David Fernández, lo entronizó. A la vez que dejaba a los republicanos en una posición incómoda.
El 9N catapultó a Mas no solo como líder del mundo convergente y espacios limítrofes —después del revés de 2012— también con bastante predicamento para formular a continuación una Opa hostil (a los republicanos), con él como indiscutible director de orquesta con pecado de falsa modestia incorporado "puedo ser el primero o el último...".
No es menos cierto —para ser justos— que Mas, por el 9N, ha pagado y sigue pagando un precio importante, judicial y patrimonial. Y menos mal que, como recuerda en la entrevista que le ha hecho Marta Lasalas, el Institut Català de Finances (ICF) resolvió avalar "con el conseller Jaume Giró al frente como conseller de Economía" y detener así una posible expropiación de........
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