Apolíticos
Que lo que ocurrió el diecisiete fue una retirada, y no una derrota, lo demuestra que el resultado ha sido un clima apolítico. El producto –y el entendimiento– de la derrota habría favorecido, a corto o a medio plazo, un tiempo de calma y reordenación para construir una oposición. Como este no fue el escenario, el país, queriendo desconectar de una política que lo ha dejado todo machacado, ha desconectado de sí mismo. No es ninguna tontería afirmar que hoy no existe ningún partido con representación haciendo verdadera oposición política a Salvador Illa y a todo lo que representa que Salvador Illa sea president de la Generalitat. Hace meses que cuesta escribir sobre la vida política del país porque hace meses que querer dirigir alguna teoría con sentido es jugar a adivinar el sentido del silencio. Y yo diría que ya hace años, incluso, que la política catalana se ha desprendido de cualquier idea trascendente y verdaderamente honesta en esta trascendencia. Que no dé gato por liebre, quiero decir. Parece una redundancia, pero la gesticulación y el simulacro han dejado un........© ElNacional.cat
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